La perspectiva de género
La
incorporación de la perspectiva de género es un enfoque aceptado mundial mente
para lograr la igualdad de género y constituye una parte esencial de la labor
de Mujeres. Integra las inquietudes y experiencias tanto de mujeres como de
hombres en el diseño, la implantación, el seguimiento y la evaluación de
todas las políticas y los programas, según lo definido por el Consejo Económico
y Social en sus Se trata de un enfoque
exhaustivo que engloba todas las actividades relacionadas con la paz, el
desarrollo y los derechos humanos, y que asegura que las mujeres y los hombres
puedan influir, participar y beneficiarse de las mismas.
Al hablar
de la perspectiva de género suele asociarse con un asunto de mujeres. Sin
embargo, es un concepto mucho más amplio que alude a la necesidad de acabar con
las desigualdades de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres.
El género, como categoría social, es una de las contribuciones teóricas más
significativas del feminismo contemporáneo. Esta categoría analítica surgió
para explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en
la noción de multiplicidad de identidades. Lo femenino y lo masculino se
conforman a partir de una relación mutua, cultural e histórica. El género es
una categoría disciplinaria, que desarrolla un enfoque globalizado y
remite a los rasgos y funciones psicológicos y socioculturales que se le
atribuye a cada uno de los sexos en cada momento histórico y en cada sociedad.
Las elaboraciones históricas de los géneros son sistemas de poder, con un
discurso gnomónico y pueden dar cuenta de la existencia de los conflictos
sociales. Y la de las relaciones de género logró romper con la
idea del carácter natural de las mismas. Lo femenino o lo masculino no se
refiere al sexo de los individuos, sino a las conductas consideradas femeninas
o masculinas. En este contexto, la categoría de género puede entenderse como
una explicación acerca de las formas que adquieren las relaciones entre los
géneros, que algunos consideran como una alternativa 217
normativas, jurídicas y comunicativas destinadas a
subsanar las desigualdades
existentes entre mujeres y hombres, y a prevenir
su aparición en el futuro, debe comenzar
explicando el marco desde el cual se piensa
el "problema" de las mujeres. Esto supone
desarrollar una visión sobre los varios aspectos de
la relación hombre/mujer con una
perspectiva de género (que distingue correcta
ente el origen cultural de la mayoría de
dichos aspectos) y plantear alternar
ibas sociales para su resolución.
Una premisa de la acción anti discriminatoria es
reconocer que la cultura introduce
el sexismo, o sea la discriminación en función del
sexo, mediante el género.
Al tomar como punto de referencia la autonomía de
mujeres y de hombres, con sus
funciones reproductivas evidentemente distintas,
cada cultura establece un conjunto de
prácticas, ideas, discursos y representaciones
sociales que atribuyen características
específicas a mujeres y a hombres. Esta
construcción simbólica, que en las ciencias
sociales se denomina género, reglamenta y
condiciona la conducta objetiva-subjetiva de
las personas. Mediante el proceso de constitución
del género, la sociedad fabrica las ideas
de lo que deben ser los hombres y las mujeres,
de lo que se supone es "propio" de cada
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